¿Alguna vez habéis visitado un restaurante dedicado 100% al cerdo? Nosotros tampoco. Hasta que descubrimos La Porcinería, en Lagasca 103. Es el primer bistró porcino de Madrid, dedicado del morro al rabo a este animal. El cerdo no solo es jamón ibérico o sobrasada, y aquí te invitamos a descubrir mucho más. El local se divide en dos áreas: la 'porcinería', con un diseño original de barra abierta donde puede verse a los 'porcineros' cortar y preparar el género como en las charcuterías de siempre; y el bistró, que toma forma de restaurante al uso, en un ambiente acogedor.
Para comenzar con este homenaje al cerdo, nos llamaron la atención las Croquetas de huevo frito y chistorra. No pudimos resistirnos a probarlas. Y qué acierto. Muy, muy suaves, se deshacían en la boca. También pedimos el Steak tartar con huevo de codorniz, de cerdo, claro. Acostumbrados al steak de vaca, nos pareció que tenía aún más sabor. Normalmente atribuimos al cerdo un sabor más fuerte, pero nos sorprendió lo bien macerado que estaba y el trato que se le da a la carne. También probamos su Bombón de cerdo al estilo Thai con salsa kimuchi y alga wakame. Hechos de pan bao, eran muy suaves y con un sabor muy potente que le aportaba la salsa kimuche. Una combinación explosiva con guiños a la cocina asiática. A continuación, pedimos la Pluma asada con pakchoi salteado y salsa bearnesa. La pluma se encuentra en la cinta del lomo. No tiene grasa y sus fibras tienen similitud con la parte alta del jamón. Sin duda, un plato muy especial. Para finalizar, quisimos ponerle un toque dulce a nuestra comida con su Brownie con dulce de leche con helado de vainilla. Su nombre habla por sí solo.
Nos vamos con la lección bien aprendida de La Porcinería... Como dicen nuestros abuelos: del cerdo, hasta los andares. Aquí, todo sabe a gloria (cer)dita.
